Se aprende de a golpe, se aprende de a poco y a veces se aprende recién al final.
Sólo me quedan recuerdos
de ese sueño momentáneo, viejos tiempos de adicción a planteos poco cuerdos, al placer del desengaño, a la dulce confusión.
Sólo me queda el consuelo
de saberme muy tranquila, yo ya sé que la peleé.