Desde ese vínculo de "garcamos a todo el mundo, menos a nosotras" hasta el mínimo saludo de todos los días. La pifiamos. Ojo, tu recuerdo está allá, más arriba de las nubes. Allá, como ese cuentito que un día nos plantaron a las dos en la cabeza, que podía durar toda la vida.
¡La puta madre que sonaba copado tenerte cerca siempre!
¡La puta madre que sonaba copado tenerte cerca siempre!